Jeremías Adonay fue creativo desde pequeño. Cada vez que le regalaban un juguete, él lo desarmaba, separaba las piezas y lo trataba de volver a armar. Quería buscar el sentido del funcionamiento de las cosas, y también del mundo.
No es de extrañar por tanto que ahora, recién terminado el primer curso de Bachillerato, le apasione la biología. De hecho le gusta tanto que acaba de ganar una Medalla de Oro en la II Olimpiada Centroamericana y el Caribe de Biología, celebrada en El Salvador entre el 5 y 9 de noviembre.
Es un logro que según él, de no haber estudiado en el Colegio Español Padre Arrupe desde los ocho años, le hubiese resultado «muy pero que muy difícil» alcanzar. «El Colegio me ha ayudado en gran manera a llegar a donde estoy, debido principalmente a la disciplina y técnicas de estudio que uno aprende aquí».
Debido a sus grandes capacidades científicas, la Universidad de El Salvador seleccionó a Jeremías para participar en el programa Jóvenes Talentos. Gracias a ello pudo participar en unas olimpiadas donde hizo amigos con sus mismos intereses provenientes de países como Panamá, Cuba o República Dominicana.
Todo esto se lo quiere agradecer a la Fundación Padre Arrupe, por dar educación de calidad a un distrito como Soyapango por el que nadie apostaba. «En este país hay mucho talento por descubrir», afirma Jeremías, «lo único que falta es el apoyo y seguimiento de ese talento».
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